lunes, 1 de marzo de 2021

Lochner * Vierzigmann * Applegath * Spencer

 

Lochner * Vierzigmann * Applegath * Spencer

 

Buscar datos genealógicos de una rama familiar de la que no sabes nada, es como abrir un libro del que solo has visto la cubierta o has leído el título. Todo es nuevo, todo está por descubrir.

Después de haber buceado en las vidas de los once hermanos Soler y sus descendientes me propuse acercarme  a la rama Lochner, tal era el apellido de la esposa de Pere Soler Sans, nuestro antepasado a quien había conocido en Trípoli probablemente antes de ser nombrado Consul General de España y del Reino de las Dos Sicilias en esa ciudad.

                         Trípoli en un grabado holandés de finales del Siglo XVII.


De lo poco que conocía de esa rama siempre hemos recordado una historia que nos contó muchas veces nuestra abuela, la de una muchacha, una Lochner que se había casado con un antepasado nuestro siendo prácticamente una niña y que aquel le llenó de muñecas la casa que iba a ser el hogar familiar, aunque nunca había podido ubicar en el tiempo ese episodio.

Otro dato que manejaba era que la mujer de Pere Soler se apellidaba Lochner. En los libros de protocolos notariales del Archivo Histórico de Mahón hallé el testamento de Pere Soler y de su mujer Elizabeth Lochner y gracias a eso, averigüé que el apellido de la madre de Elizabeth era Applegath. 

 

Breve esquema de ascendencia y descendencia de Elizabeth Lochner Applegath

 

Valentine Applegath nació en algún lugar del Reino Unido de Gran Bretaña, sabemos que en 1749 había sido Agente Consular de Inglaterra y que posteriormente, en 1753 había solicitado a las autoridades de los Paises Bajos, convertirse en su Cónsul en Trípoli, por lo que es de suponer que ya por entonces estaba en tierras de Libia, o, mejor dicho, lo que entonces se llamaba Berbería. Dos años después, en 1755 ya consta como vicecónsul. Y debería de estar tan familiarizado con el ambiente consular que, a la muerte del embajador de Ragusa en Trípoli, ofreció al Consejo de Ragusa sus servicios temporalmente hasta que un nuevo diplomático de la ciudad-estado del Adriático se hiciera cargo de las credenciales. 

 


             Carta de Valentine Applegath dirigida al Barón Elbert de Hochepied, Embajador 

                   Neerlandés en la Sublime Puerta (Constantinopla)


Así pues no es de extrañar que nuestro antepasado Applegath, tuviera un cierto contacto con otros europeos que tuvieran tambien cargos diplomáticos y comerciales. Valentin Applegath estaba casado con la señora Elizabeth Spencer y tenían dos hijos: William y Anna.

El Capitán William Applegath efectuó varias travesías en el Mediterráneo, y posteriormente navegó para la Compañía Británica de las Indias Orientales en el buque Earl of Mornington. Unos años después, y al mando del mercante Europa en el primer viaje que esa embarcación hacía para la misma compañía, tras salir de Bombay en 1785 falleció en la Isla de Santa Elena, territorio Británico en el Africa Meridional.


            Página del Diario de Navegación del buque Europa, en el que se narra la muerte

               del Capitán W. Applegath. Folio 169. Qatar National Library. IOR/L/425E


Su hermana, Ann Elizabeth Applegath nació alrededor de 1759 en Trípoli. Tenía por tanto 30 años menos que el hombre con el que se casó: Christoph Conrad Lochner (1729 – 1779) y ese es, probablemente el hecho que nos narraba nuestra abuela, muchas generaciones después. Su marido era un mercader originario de la localidad alemana de Nuerburgo en el estado de Renania-Palatinado que fué nombrado cónsul de Dinamarca en Trípoli –de nuevo el estamento consular- y ejerció esa labor hasta su fallecimiento, ocurrido en Malta, durante un viaje de recreo. Está sepultado en esa isla del Mediterráneo.

Mediante la plataforma de genealogía geneanet.org, he podido trazar los  antepasados alemanes de Christoph Conrad Lochner. Su padre, Michael Lochner (1670 - 1745) era un prominente empresario de Nürnberg que se casó cuatro veces y tuvo dieciseis hijos. Christoph Conrad era el cuarto de su última mujer: Felicitas Vierzigmann.

Elizabeth Lochner era la segunda hija de Christoph Conrad Lochner y su mujer, Anna. Tenía un hermano mayor y uno más joven y una hermana que también era mas joven que ella.

El mayor los hermanos, John Christopher Lochner (1773 – 1852) fue propietario del mercante HEIC Farquharson, un buque que comerciaba con China y Bengala también bajo el amparo y la bandera de la Compañía Británica de las Indias Orientales.


                    HEIC (Honorable East India Company) Farquharson, propiedad de John 

                    Christopher Lochner desde 1820 hasta 1834.


Por lo que respecta al otro hermano, que era el menor de los cuatro, William Conrad Lochner (aprox. 1779 – 1861), estudió arquitectura en Londres y pasó buena parte de su vida en el Reino Unido. Como arquitecto, se le atribuyen la Iglesia de St. Peter en Hackney, las de St. James y St. Andrew en Enfield y muchos otros edificios en esa zona del Norte de Londres, hasta el punto de que el Lockner Estate se llama así por él. Se casó con Anna Copland de Somerset en 1833 y obtuvo la ciudadanía Británica en 1856.

Por lo que respecta a su hermana, Ann Felicity, curiosamente se casó en Mahón en 1806 con un ciudadano francés llamado Claude de Juglard de Sant Georges. En esa época, Pedro Soler Sans ya había fallecido y en la gran Casa Soler de Mahón vivía su hermana Elizabeth con tres de sus cuatro hijas, ya que una de ellas ya se había casado.

Elizabeth Lochner (1774 – 1852) se casó con Pere Soler Sans (1752 – 1801) en Trípoli donde él, comerciante, armador de corso y negociador por cuenta del Rey de España, junto a su hermano Joan, tenía excelentes relaciones comerciales. El Tratado de Paz y Comercio con la República Turco-Otomana de Trípoli le reportó la admiración de la corte y facilitó que sus familiares acapararan gran parte de los consulados españoles en el Mediterráneo Oriental con lo que  se constituyó en una verdadera dinastía consular.

Nuestra antepasada Elizabeth Lochner también se llevaba mucha edad con su marido, por lo que podría haber sido ella la protagonista de la historia familiar, pero al desconocer la fecha del matrimonio, celebrado en Trípoli, creo que es más coherente adjudicársela a su madre, que era realmente una niña ya que al dar a luz a su primer hijo tenía solamente catorce años.

El caso es que madre e hija vivieron sus últimos años en Menorca. Los destinos en los países norteafricanos no contribuían habitualmente a mantener la salud física y cuando la de Pere Soler comenzó a resentirse, este instruyó a su hermano Jaime, dejó el consulado a su cargo, y preparó cuidadosamente su regreso a la ciudad de Mahón, donde se había hecho construir el magnífico palacete neoclásico que es la Casa Soler. Lo hizo además de con sus hijas, con su mujer y la madre de esta Ann Elizabeth Applegath, ya viuda de Christoph Conrad Lochner que, como ya se ha dicho, había fallecido en Malta en 1796. Todas le sobrevivieron, ya que Pere murió en 1801, su suegra en 1825 y su mujer en 1852.

La descendencia de Pere Soler y Elizabeth Lochner fué numerosa pero muchos de sus hijos e hijas fallecieron siendo niños. En realidad por una carta que escribió Pere Soler al primer ministro del Reino de Nápoles, sabemos que la peste estaba haciendo estragos en Trípoli antes de su regreso a Mahón y esa pudo ser la causa. 

En cualquier caso, cuatro fueron las hijas que sobrevivieron: Bárbara, que casó con Josep Camps y Soler, hijo de una hermana de su padre. Mariana que casó con Joan Mercadal Seguí. Isabel, que casó con Pere Moncada Flaquer y Ana Soler Lochner que en 1810 se casó con Miguel Uhler Soler, hijo de otra hermana de su padre, con quien tuvo diez hijos. Una de ellos, nuestra antepasada, Antonia Uhler Soler se casaría luego con un Montanari. Bueno, no, con dos. Pero esa es otra história.